El Respeto: Un valor que fortalece nuestra relación con los demás
En estos tiempos, en el que a menudo vemos en los titulares de los medios de comunicación las continuas agresiones entre hinchas de equipos deportivos, automovilistas, estudiantes e incluso en representantes de la política nacional… nos preguntamos: ¿Hemos perdido el respeto por el otro…?
Saber respetar a los demás es esencial, ya que representa valorar y tolerar las diferencias y comprender que ellas nos hacen crecer.
Entendemos por respeto al acto mediante el cual una persona tiene consideración por otra y actúa teniendo en cuenta sus intereses, capacidades, preferencias, miedos o sentimientos. El respeto es una de las acciones más importantes y primarias que los seres humanos pueden tener entre sí porque significa siempre valorar lo que al otro lo hace diferente a uno y tolerar esas diferencias en pos de vivir mejor en comunidad.
El respeto puede aplicarse a diferentes grupos de la sociedad y variar en términos de sus características dependiendo de ello: el respeto por los niños y por la infancia supone su protección, el respeto por la libertad de expresión supone su defensa, el respeto por los ancianos supone su atención constante, etc.
El respeto a nosotros mismos:
La consideración a los demás, empieza por nosotros mismos. El valor del auto respeto puede ser algo que muchas veces damos por sentado, aunque no siempre lo ponemos en práctica. Cultivar un sentido de respeto hacia sí mismo comienza con reconocerse como un ser único y es necesario para desarrollar nuestro potencial y construir relaciones sanas. Alguien que tiene auto respeto y se trata con amor, será más tolerante con los demás.
Aceptarnos como somos quiere decir reconocer nuestras fortalezas, pero también nuestras debilidades, entendiendo que son parte de nosotros y nos ayudan a crecer. Debemos ver los errores que cometemos de manera responsable, como posibilidad de crecimiento y mejora, evitando la autocrítica. Ya que si es muy dura, se puede distorsionar al grado de convertirse en una conducta autodestructiva.
La convivencia social:
Para tener una sana convivencia es necesario establecer límites de lo que podemos y no podemos hacer. El respeto es una forma de reconocimiento y de aprecio a las cualidades de otros, primero que nada, por su valor como personas y segundo, por su conocimiento, y experiencia. Ejercer este valor permite que la sociedad viva en paz, en una sana convivencia con base en normas e instituciones.
Asimismo, podemos referirnos a uno de los derechos que todos los seres humanos tienen: a ser valorados, queridos, cuidados, asistidos en situaciones de dificultad y protegidos.
El respeto supone que todos debemos tolerar nuestras diferencias, nuestras posibles limitaciones o complicaciones, aquello que nos hace únicos e irremplazables. La importancia del respeto por el otro tendrá que ver entonces con la posibilidad de construir una mejor sociedad en la que la violencia, la agresión, la discriminación o el abuso no existan.
El ejemplo:
El respeto debe ser inculcado desde la infancia y sin duda, la mejor manera de hacerlo es a través del ejemplo. Si nuestros hijos ven que tratamos a los demás de manera digna, será más fácil inspirarlos a comportarse así.
En el hogar padres e hijos necesitan tener libertad de expresar sus pensamientos sin sentirse juzgados. Está bien estar en desacuerdo, pero no debe permitirse degradar a quien piensa de manera distinta a la nuestra. Los niños construyen su sentido de auto respeto por medio de su interacción con los otros. Saber que sus opiniones son tomadas en cuenta y verse a sí mismos de manera positiva les permitirá tratar a quienes los rodean de manera adecuada.
*Este material ha sido recopilado por nuestro equipo a través de Global-InterPublic@.
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